jueves, 21 de junio de 2007

Qué pasa en Palestina?

Palestina: ¿Qué diablos está pasando en Palestina?
Análisis de la situación y cometidos a nivel internacional
PALESTINA… ARGOS: JUNIO 18 DE 2007…
Por: Dr. Hisham Bustani
Rebelión
Traducido por Carlos Sanchis y revisado por Caty R.

Lo que está pasando en Palestina es el resultado de una tremenda cortedad de miras por parte de Hamás y una efectiva estrategia por parte de los sionistas (con el imperialismo estadounidense detrás) y de sus colaboradores internos.

Hamás fue una resistencia ; el enemigo estaba claro: la entidad sionista. La estrategia estaba clara: no había reconocimiento en absoluto de la ocupación, de TODA la ocupación (incluyendo la de territorio árabe en 1948, a diferencia de la blanda posición de aceptar la ocupación anterior a 1967 adoptada por la corriente política global y por Fatah).

Ahora bien, cuando Hamás acudió a las elecciones y aceptó entrar en la pugna por el gobierno cayó en la misma red (tanto si fue a propósito como si no).

1- La Autoridad Palestina (AP), el gobierno y la Asamblea Nacional Palestina (Parlamento) están TODOS basados en los acuerdos de Oslo , los cuales no sólo reconocen, sino, y más importante, facultan a " Israel " para actuar sobre Cisjordania y Gaza. Este cuerpo “gubernamental” no tiene en absoluto soberanía, ni ejército, ni control sobre los puestos “fronterizos”, ni ingresos independientes: nada. Por consiguiente, Hamás indirectamente abandonó su estrategia al participar en el resultado material de los acuerdos de Oslo, aunque (al principio) persistió en su teórica posición de rechazar el reconocimiento de " Israel ".

2- " Israel ", Europa y EEUU hallaron el momento adecuado para encender una guerra civil largamente esperada y probablemente planeada. Las herramientas son simples: cortar toda ayuda financiera a los palestinos con la excusa de que Hamás es una organización "terrorista" , esto provocaría un desasosiego popular catalizado por un número de colaboradores en el interior de Gaza y Cisjordania quienes eran aliados a largo plazo de EEUU e "Israel" y que fueron financiados y apoyados por ellos, además de darles armas y otras facilidades. Resultado: Guerra Civil Fase Uno.

3- A continuación de esa Fase Uno, los regímenes árabes (principalmente el régimen saudí) intervendrían para impedir el "derramamiento de sangre palestina". ¡Por supuesto todo el mundo sabe que los regímenes árabes tienen las manos manchadas de sangre palestina!, lo que les reportaría ser estrechos aliados de EEUU (y consecuentemente de " Israel "). La intención de la maniobra era favorecer el empuje de Hamás a las aguas más profundas y cenagosas. Nació el Acuerdo de La Meca y Hamás ya no habló de la liberación de toda Palestina, ahora hablaba de un estado palestino en las fronteras de 1967.

4- Obviamente esto no era suficiente, "Israel" y EEUU (y Europa) tenían ahora una oportunidad de oro para una Guerra Civil Palestina, así que nada de parar la máquina. Más provocación interna llevaría a un gran estallido de palestinos matando a palestinos para beneficio de "Israel" y EEUU, dentro del imponente esquema de un “nuevo” o “amplio” Oriente Próximo. Resultado: Guerra Civil Fase Dos. Una de las tres regiones resistentes (Palestina, Líbano , Iraq ) es neutralizada. El núcleo de la lucha árabe-sionista- imperialista queda tremendamente distorsionado.

Expresión lógica: no se puede ser resistencia/ revolución y un gobierno/estado al mismo tiempo, y mucho menos si este “gobierno/estado” está bajo ocupación y completamente controlado por poderes extrínsecos y variables como es el caso de Palestina.

Hamás escogió el suicidio político al entrar en la lucha por un “gobierno-bajo- ocupación”, Fatah ya había decidido descartar la lucha hacía mucho tiempo y está controlado por “líderes” corruptos y mafiosos. El resultado es lo que vemos hoy.

Atribuir la “guerra civil” a factores palestinos intrínsecos carece totalmente de objetividad. Existe una dinámica interactiva de factores intrínsecos y extrínsecos, los primeros juegan el papel principal y los últimos proveen del “terreno propicio”.

En estos tiempos terribles y confusos el papel de la solidaridad internacional es de una importancia extrema, porque si algunas facciones en Palestina pierde su enfoque y esto va acompañado por una actitud similar en el exterior, la causa se estrellará completamente y todos nosotros perderemos.

La lucha en Palestina es, por una simple lógica internacionalista, una lucha contra un imperialismo y sionismo GLOBALES a través de mecanismos locales. Hay una continuidad entre el interior y el exterior de la lucha, por lo que siempre acentúo que los llamados movimientos de solidaridad no deben detenerse en ser “defensores” de la causa, sino que deben considerarse a sí mismos PARTE de la causa y por consiguiente una PARTE INTEGRAL DE LA RESISTENCIA.

Ahora es el momento crucial para intensificar el apoyo internacional a la causa árabe-palestina, no sobre las bases de la retórica derrotista de la solución de los dos estados que rechaza parte de la ocupación (la posterior a 1967) pero ACEPTA otra (la ocupación anterior a 1967), sino en base a la eliminación total de la ilegítima entidad sionista, racista, colonial y colonizadora.

Si caemos en la tentación imperial-sionista de ver "a los palestinos matándose unos a otros y por qué diablos vamos a preocuparnos” , entonces todos perderemos Palestina y también PERDEREMOS todos, porque sólo el imperialismo y el sionismo serán los que recojan el beneficio a expensas de todo el pueblo.

Cuando un individuo pierde la vista es responsabilidad de todos los demás guiarle por el camino.

El Dr. Hisham Bustani es escritor, activista, miembro fundador de la Alianza de Resistencia Árabe, pertenece al Comité de Libertades y al de la Unión de Asociaciones Profesionales (UAP) de Jordania e integrante del Comité Ejecutivo del Foro Socialista del Pensamiento en Jordania.

Carlos Sanchís y Caty R. pertenecen a los colectivos de Rebelión, Tlaxcala y Cubadebate. Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, al traductor y la fuente.

Hipocresía internacional alrededor de la Franja de Gaza



PALESTINA… ARGOS: JUNIO 18 DE 2007…



Por: Michel Bôle-Richard

Le Monde



Traducido por Caty R.


Las democracias occidentales y Estados Unidos en particular pueden afirmar su “apoyo total” a Mahmud Abbas, Presidente de la Autoridad Palestina. Las capitales europeas y Condoleezza Rice, secretaria de Estado estadounidense, pueden expresar su inquietud frente a la degradación de la situación en los territorios palestinos. Tzipi Livni, ministra israelí de Asuntos Exteriores, puede lamentar que la toma de la Franja Gaza por Hamás, el movimiento islámico de resistencia, dificulte la llegada de un acuerdo con los palestinos y preocuparse “por la debilidad de las fuerzas palestinas moderadas”. Ya es demasiado tarde.

Incluso es indecente venir a llorar por la suerte de Mahmud Abbas y lamentarse de la nueva crisis que ha puesto a sangre y fuego los territorios palestinos, porque no se hizo nada para ayudar al Presidente de la Autoridad Palestina ni se intentó construir con él un proceso de paz capaz de restaurar una vida digna a los cuatro millones de habitantes que viven en la Franja de Gaza y Cisjordania.

La responsabilidad de la comunidad internacional es aplastante por varias razones: pidió la celebración de unas verdaderas elecciones después de que Washington e Israel declararon que Yasser Arafat estaba “fuera del juego” y no era un interlocutor válido. Se eligió a Mahmud Abbas democráticamente en enero de 2005 y a pesar de que se le ha considerado siempre “moderado”, los israelíes y estadounidenses hicieron caso omiso de él sin permitirle nunca avanzar de ninguna manera hacia cualquier proceso de paz.

Después las elecciones libres y reglamentarias llevaron al poder a Hamás el 25 de enero de 2006. Un escrutinio que la comunidad internacional repasó de cabo a rabo pero cuyos resultados no reconoció porque se había catalogado a la organización islamista de “movimiento terrorista” aunque sus dirigentes, desde el mes de enero de 2005, decretaron una tregua que hicieron respetar.

Esas elecciones pusieron de manifiesto un fuerte rechazo a Fatah debido a la corrupción y mala gestión de la Autoridad Palestina, pero no se respetó la voluntad del pueblo e inmediatamente se impusieron las sanciones, en abril de 2006, que estrangularon a la población palestina y han contribuido ampliamente a radicalizarla lanzándola a los brazos de Irán y los islamistas puros y duros.

El Cuarteto, empujado por Estados Unidos, exigió que el gobierno palestino reconozca al estado de Israel, rechace la violencia y reconozca todos los acuerdos firmados sin exigir nada a las autoridades israelíes que desde hace cuarenta años ocupan Cisjordania y someten -desde su retirada de la Franja de Gaza durante el verano 2005- ese territorio microscópico a un bloqueo que nunca se ha denunciado con la fuerza suficiente. Todas las presiones amistosas que se han hecho sobre el gobierno del estado judío para que devuelva a los palestinos el producto de los impuestos y derechos de aduana ilegalmente retenidos, hecho que asfixió las finanzas de la Autoridad, se esfumaron en el aire.

La decena de viajes de Condoleezza Rice y los numerosos intentos de los emisarios europeos chocaron con la intransigencia del gobierno israelí. Los encuentros entre Mahmud Abbas y Ehoud Olmert no sólo no permitieron mejorar las condiciones de vida de los palestinos, sino que además no hicieron evolucionar ni un ápice el proceso de paz. Abbas canceló el último encuentro fijado para el 9 de junio porque no ha podido obtener la menor seguridad de que los 600 millones de dólares retenidos por Israel le fueran devueltos, al menos en parte.

Para completar el cuadro de este callejón sin salida los nacionalistas de Fatah, por lo menos los viejos caciques, nunca han aceptado la pérdida del poder en favor de los islamistas. A pesar de todas las tentativas, a pesar del acuerdo del 11 de septiembre de 2006 sobre un programa de unión nacional y después de las erupciones violentas entre estos “hermanos enemigos”, gracias a Arabia Saudí y la Liga Árabe finalmente se llegó a un acuerdo para formar un gobierno de unión nacional que reunía a la vez a Fatah, Hamás y otras personalidades independientes.

Un estado palestino ilusorio

Una vez más Israel se negó a reconocer a esta nueva entidad y aflojar la presión sobre la Franja de Gaza. El alto el fuego instaurado a finales de noviembre voló en pedazos en abril. Durante los tres meses de su existencia, los ministros palestinos sólo recibieron vagas promesas de la comunidad internacional. Únicamente Noruega se desmarcó y reanudó su ayuda en el gran concierto de hipocresía internacional frente a la situación palestina.

Esta es la razón por la que ya es demasiado tarde para llenarse la boca con bellas palabras de apoyo a Abbas. La Franja de Gaza ahora ya está bajo la tutela total y absoluta de Hamás. Y es un auténtico polvorín al lado de Israel que naturalmente no va a tolerar la instauración de una estructura islámica radical a sus puertas, aunque anteriormente el estado judío haya favorecido la aparición de esta corriente radical para contrarrestar la omnipotencia de Fatah.

En la actualidad mientras Cisjordania está ocupada permanentemente, las colonias ganan terreno, los palestinos son encerrados en reservas y sólo controlan parcialmente un 55% del territorio, es totalmente ilusorio hablar de la creación de un estado palestino. En cuanto a la Autoridad Palestina, creación del proceso de paz de Oslo , su peso cada vez es más insignificante. Basta comprobar con qué rapidez las fuerzas leales al Presidente Abbas fueron barridas por las unidades de Hamás.

“La disolución de la Autoridad Palestina se ha esgrimido a menudo como una amenaza a Israel para que el estado judío asuma sus responsabilidades como potencia ocupante”, escribió Alvoro de Soto, antiguo representante especial del Secretario General de la ONU para Oriente Próximo, en su informe confidencial de final de misión.

“Hoy, añade, esta posibilidad drástica ya no parece totalmente absurda. Si no es el resultado de una implosión del gobierno palestino, la continuación de la administració n a las órdenes del Cuarteto convierte esta situación en algo más que una probabilidad. Si esto se produjera, la responsabilidad de la población volvería otra vez a cargo de Israel como potencia ocupante y el principal resultado de los acuerdos de Oslo se esfumaría”.

http://www.lemonde. fr/web/article/ 0,1-0@2-3232, 36-923742@ 51-909163, 0.html

*Michel Bôle-Richard es corresponsal de Le Monde en Jerusalén.

*Caty R. pertenece a los colectivos de Rebelión, Tlaxcala y Cubadebate. Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, la traductora y la fuente.